Florida Power & Light (FPL) ha propuesto un acuerdo para resolver su caso de aumento de tarifas, buscando una subida de casi $7 mil millones de dólares en los próximos cuatro años. El plan, que reduce el pedido inicial de la compañía, ha sido rechazado por el defensor público de los consumidores y grupos que argumentan que el acuerdo favorece a las grandes empresas a expensas de los residentes.
El acuerdo, presentado este miércoles ante la Comisión de Servicio Público de Florida, prevé aumentos en las tarifas base de $945 millones en 2026 y $766 millones en 2027, con incrementos adicionales en 2028 y 2029 para proyectos de energía solar y almacenamiento de baterías. El pedido original de la empresa, presentado en febrero, era de un aumento cercano a los $10 mil millones.
El acuerdo fue negociado a puerta cerrada entre FPL y una docena de grupos que representan a grandes clientes, incluyendo a Walmart, la Federación de Minoristas de Florida y varias cadenas de gasolineras y empresas industriales. La propuesta se hizo pública apenas unos días antes de que comenzaran las audiencias públicas programadas, lo que llevó a la Comisión de Servicio Público a suspender el proceso para que se pudieran finalizar los detalles del acuerdo.
Críticas de los consumidores y cifras del aumento
A pesar de que el presidente de FPL, Armando Pimentel, ha calificado el acuerdo como «una victoria para todos los clientes de FPL y una victoria para Florida», los grupos de consumidores que no participaron en la negociación discrepan. Abogados de organizaciones como Florida Rising y la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos de Florida (LULAC) argumentaron que el acuerdo está inclinado a favor de los grandes clientes de FPL.
«Permitir que los clientes residenciales y las pequeñas empresas paguen solo su parte justa de los costos requeriría que las empresas más grandes y rentables de Florida paguen su parte justa de los costos, y esto ciertamente no lo quieren hacer», escribieron los abogados en su objeción.
Según las estimaciones de FPL, si el acuerdo se aprueba, un cliente residencial promedio en el área de servicio tradicional de Florida vería su factura mensual de $134.14 subir a $148.15 para diciembre de 2029. El defensor del consumidor del estado, Walt Trierweiler, ha exigido a la Comisión de Servicio Público que celebre audiencias públicas exhaustivas para cuestionar los aumentos propuestos.
Un aspecto polémico del acuerdo es que FPL otorgaría créditos en sus facturas mensuales a las grandes empresas que consumen mucha energía en horas pico, y estos créditos serían pagados por el resto de los clientes residenciales y pequeños negocios. Los grupos de consumidores han calificado esta medida como «concesiones gratuitas y un cambio de costos injustificado», afirmando que «en este caso, no hay dar, solo tomar».