El especialista en comercio internacional Juan Antonio Vega analizó las recientes estrategias energéticas e industriales de Estados Unidos, advirtiendo que el impacto económico real de estas medidas no será inmediato, y señaló la pasividad de la Reserva Federal como un factor que limita la capacidad de respuesta del país.
En declaraciones al programa de Yoly Cuello en Actualidad Radio, Vega explicó que el ambicioso plan de rearme naval de Estados Unidos depende de los astilleros de Corea del Sur, ya que la infraestructura estadounidense ha perdido la capacidad para atender tal demanda. «La decisión de apoyarse en los astilleros de Corea del Sur no es solo económica, es también estratégica. Ellos tienen una capacidad que Estados Unidos ha perdido», afirmó Vega. El experto añadió que los astilleros surcoreanos son más productivos y económicos, lo que permitirá acelerar el rearme, mejorar la competitividad y generar empleos cualificados.
En cuanto al sector energético, Vega destacó que el giro hacia una mayor exportación de gas y electricidad a Europa es positivo, pero que el beneficio económico real de esta estrategia podría sentirse recién en 2026. “En la administración Biden se cancelaron mejoras en puertos clave para exportar gas licuado. Eso ralentiza la capacidad de respuesta logística”, sostuvo.
Por otro lado, Vega considera que el paquete de compras de armamento sí podría generar un impacto positivo a corto plazo. «Las compañías estadounidenses de defensa pueden escalar producción rápidamente. Eso se va a reflejar en empleo y crecimiento económico antes de fin de año”, indicó, señalando que esta reactivación del sector de defensa «puede convertirse en un argumento electoral fuerte para la administración en 2026”.