El exagente especial del FBI, Jorge Quesada, denunció el hallazgo de bolsas con documentos clasificados que, según él, estaban destinadas a ser incineradas en un intento por eliminar evidencia comprometedora sobre investigaciones contra Donald Trump.
“Estas bolsas estaban destinadas a hornos industriales, pero alguien dentro de la agencia, posiblemente consciente de la ilegalidad, se hizo el desentendido y las escondió”, aseguró Quesada.
El analista explicó que los protocolos del FBI para destruir documentos clasificados son extremadamente estrictos, por lo que el hecho de que las bolsas no fueran incineradas sugiere que agentes íntegros se resistieron a una orden ilegal.
Según Quesada, los documentos estarían vinculados a una “vasta conspiración” entre altos niveles del FBI, el Departamento de Justicia y la CIA, apuntando a exfuncionarios como James Comey.
El hallazgo, hecho público recientemente por Kash Patel, podría derivar, según el exagente, en una nueva ola de investigaciones y procesamientos penales contra los responsables.