La decisión de Donald Trump de devolver la licencia a Chevron para operar en Venezuela responde a una lógica de contención geopolítica frente a China, según afirmó el analista Antonio De La Cruz.
“Trump entiende que no puede ceder espacios a una potencia enemiga como China, y mucho menos en el patio trasero”, sostuvo De La Cruz.
Explicó que, sin Chevron, el crudo venezolano estaba siendo canalizado hacia refinerías en China. “Mantener a Chevron en Venezuela es dejar un pie dentro. No se trata de hacer concesiones al régimen, sino de impedir que el control energético caiga en manos chinas”, añadió.
De La Cruz subrayó que esta medida también responde a la influencia del movimiento MAGA dentro del Partido Republicano, que presiona para no «abandonar» Venezuela.
El analista también reveló que la nueva licencia otorgada a Chevron es distinta a la anterior: una licencia privada y hecha a la medida, sin voceros del Departamento de Estado dando explicaciones públicas.
Concluyó que la decisión no implica un acercamiento con Maduro, sino una estrategia pragmática para defender los intereses geopolíticos de Estados Unidos en el hemisferio.