Dos adolescentes venezolanos, de entre 16 y 17 años, uno de ellos diagnosticado con TDAH desde los 5 años y el otro un joven deportista, se encuentran actualmente tras las rejas en Venezuela junto con al menos otros tres menores, acusados de terrorismo, incitación al odio y cierre de vías, a pesar de que, según sus familiares, ninguno protestaba ni delinquía. Sus testimonios exponen la brutalidad del régimen de Maduro, incluso contra menores de edad.
“Ese momento fue un infierno. Ver entrar a hombres armados a mi hogar fue como ver mi vida derrumbarse”, narró Francis Palencia sobre el instante en que detuvieron a su hijo de 17 años, diagnosticado con TDAH. Hoy, el joven está preso en la unidad de hombres en Coro, estado Falcón, acusado de terrorismo. “Ha sido una pesadilla”, agregó su madre.
Por otro lado, Gabriel Rodríguez, de 16 años, cursaba quinto año de bachillerato y trabajaba en una panadería durante su período vacacional cuando fue detenido el pasado 9 de enero en Venezuela. Su hermana, Johhany Méndez, contó que Gabriel se encontraba en un ambulatorio con síntomas de fiebre al momento de su detención. Se lo llevaron, según le informaron, “por tener pinta de guarimbero”, ya que vestía con un suéter y una bermuda negra. “Nosotros como familia nos preguntamos, ¿de cuándo acá vestir deportivo es ser delincuente?”, cuestionó Méndez.
Desde el 13 de enero, Gabriel está recluido en el retén El Manzano, donde su salud, según su hermana, ha empeorado. Fue medicado por una grave infección pulmonar, pero sigue en condiciones precarias, relató Johhany.