Por un momento, a Dion Waiters le tembló la mano y pareció que el Heat no lograría la campanada. Al final, fue el escolta quien se encargó de que Miami liquidara a los Warriors contra todos los pronósticos.
Waiters embocó un triple con seis décimas de segundo por jugar, y el Heat superó el lunes 105-102 a Golden State, que vio cortada una racha de siete victorias consecutivas.
El enceste de Waiters coronó una estupenda actuación en la que anotó 33 puntos.
Por segundo encuentro consecutivo, Waiters empató la mejor marca de unidades en su vida. Esta vez lo consiguió en los últimos minutos del encuentro, un tramo enloquecido durante el que Miami dejó que se escapara una ventaja de 10 puntos.
Waiters no le pegó siquiera al aro con un tiro de unos cinco metros, como parte de esa mala racha que permitió avizorar un nuevo colapso del Heat en una pésima campaña.
En cambio, el último disparo de Waiters permitió que Miami lograra su mejor resultado hasta ahora.
«Él nunca está asustado, no tiene miedo», recalcó el entrenador del Heat, Erik Spoelstra. «Es temerario y desea como nadie responder en esos momentos».
Kevin Durant empató el duelo mediante una clavada a 11,7 segundos de la conclusión.
Sin posibilidades de parar el reloj, Waiters condujo el balón de un extremo a otro de la cancha y acertó el tiro decisivo frente a Klay Thompson.
«Sabía que el tiro era bueno», relató Waiters. «Él me permitió hacer mi disparo».
Stephen Curry erró un triple por los Warriors, justo cuando el tiempo se agotaba.
«Todos dan su mejor esfuerzo contra nosotros», dijo el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, quien aún con la derrota aseguró el derecho de dirigir a la Conferencia del Oeste el mes próximo, en el Juego de Estrellas. «Miami jugó estupendo».
Goran Dragic sumó 19 puntos por Miami (15-30), que finalizó con foja de 4-0 una serie de partidos en casa. Luke Babbitt añadió 11 tantos, mientras que Hassan Whiteside acumuló 10, además de atrapar 15 rebotes.
Fuente: Associated Press