“De acuerdo a ellos hay un texto en el Antiguo Testamento, que para ellos obviamente es la palabra de Dios como el Nuevo Testamento que dice que la vida, el alma, reside en la sangre, por lo tanto cambiar la sangre es de cierta manera cambiar el alma, es decir afectar el estado del alma y eso va a afectar el estado futuro de esa alma”.
“Yo personalmente no entiendo como llegan ellos a esa interpretación, pero esa es la interpretación que ellos tienen y por ella se rigen. No hay nadie que pueda cambiarle la mente a ellos”.
“Hay una rigidez doctrinal con ellos muy grande y aquí en los Estados Unidos ha habido casos efectivamente que ellos han resistido y los hijos se han muerto. Estados Unidos respeta mucho la separación Iglesia Estado, los derechos de conciencia, así que eso ha sido una relación bastante tumultuosa y ellos siguen renuentes a eso”.
“Es un caso sumamente difícil, porque cómo tú respetas los derechos de conciencia, los derechos de religión y cómo tú también proteges la vida de menores, y eso ha causado tremendo problema”.
“Aquí en Estados Unidos se ha decidido por cuestiones de cada estado, ha tenido que poner su propia ley. El compromiso ha sido que si la persona es menor de edad, el estado protege al menor de edad y si tú llegas a una edad adulta y tú escogen no tener una transfusión de sangre, bueno está bien, te vamos a respetar, pero mientras sea un menor de edad el estado se impone sobre la conciencia, pero eso ha sido retado a nivel de la Corte Suprema. Los Testigos de Jehová han sido muy fieles a esa postura”.
