Liberty City está de fiesta, ha hecho suyo el Oscar otorgado por la Academias de Artes y Ciencias del Cine a Moonlight. Los pobladores del barrio anoche siguieron expectante la entrega de los premio en la pantalla del African Heritage Cultural Arts Center.
Los residentes del sur de Florida están demasiado ocupados celebrando la victoria de una película rodada e inspirada en una historia de Miami. Moonlight se basa en una historia real sur de la Florida sobre un joven que crece en un barrio difícil, luchando con su sexualidad. El reparto de la película incluye dos alumnos de séptimo grado de la escuela media Norland.
De las ocho nominaciones que tenía, ‘Moonlight’ se llevó el Oscar a la mejor película, al mejor actor secundario por la interpretación de Marhershela Ali del mentor del protagonista y al mejor guión adaptado y en el centro cultural afroestadounidense celebraron cada premio como si fuera un poco de todos con aplausos, gritos y cacerolazos.
Además de ser una cinta que se desarrolla en este barrio, tanto el director, Barry Jenkins, como el autor del libro en el que se inspira Moonlight «In Moonlight Black Boys Look Blue», Tarell McCraney, crecieron aquí.
Moonlight tuvo un costo de producción de apenas $ 1.5 millones y ha recaudado $ 22 de millones de dólares en la taquilla – por lo que es una de las películas más taquilleras en ganar el premio.
Cuando Faye Dunaway acabó con la intriga al leer el nombre de La La Land, las decenas de personas que aguantaron hasta el final de la premiación a la media noche no pudieron evitar mostrar con abucheos su decepción, narra la crónica de Univisión.
La cinta que retrata la vida de un afroestadounidense que lucha por definir su identidad en este barrio pobre del norte de Miami se había quedado a las puertas del máximo premio de la industria del cine.
A la ya famosa confusión del sobre se le sumó un falló técnico que hizo que en la pantalla del African Heritage Cultural Arts Center de Liberty City perdiera la conexión momentaneamente de forma que cuando regresó ya no estaba el elenco de ‘La La Land’ sobre el escenario sino el de ‘Moonlight’. Y se formó la fiesta», narra Univisión.
«Cuando dijeron que La La Land había ganado, dijimos ‘Ok’ y empezamos a recoger (…) Perdimos la conexión por un minuto y luego cuando volvió vimos a Barry (Jenkins, el director de Moonlight) en el micrófono y no tuvimos que oír nada porque la pantalla se congelaba, pero no necesitábamos saber más porque Barry estaba hablando», le explicó a Univision Noticias Cheryl Mizell, una de las organizadoras del evento.
Mizell era una de las que no podía evitar dar saltos de alegría tras conocer el resultado. «Esto es enorme», afirmaba Mizell aún emocionada. «Ojalá que la gente entienda el poder de esto y lo que podemos hacer con el ejemplo de Barry Jenkins y Tarell McCraney, que escribió la historia que es casi autobiográfica sobre su vida».
Sin duda el premio a la mejor película fue el momento de mayor alegría de la noche. Pero quizás el más emotivo entre el público que veía la premiación en el centro cultural de Liberty City fue cuando dos chicos del barrio, el escritor del libro que inspiró ‘Moonlight’ y el director de la película, recogieron el Oscar al mejor guión adaptado y se acordaron de sus orígenes.
«Aquí están dos chicos de Liberty City en el escenario representando al 305», dijo el escritor Tarell McCraney haciendo referencia al código telefónico de Miami. «Esto va para todos los chicos y chicas negros y de color y a los que no están conformes con su género y no se encuentran a sí mismos».
«Quiero dar gracias a Dios por mi madre que me demostró a través de sus luchas que Naomie Harris (la actriz que representa a la madre del protagonista) retrató para todos ustedes que realmente podemos estar aquí y ser alguien», agregó.
Durante la ceremonia, los organizadores anunciaron que Jenkins había hecho una donación al centro cultural con el que pretenden poner en marcha un programa de cine para los jóvenes del barrio.
Además, los Oscar para Moonlight pueden suponer un ejemplo muy positivo para los jóvenes del barrio, uno de los más peligrosos de Miami, a juicio de la directora de márketing del African Heritage Cultural Arts Center de Liberty City.
Algunos de los asistentes dijeron estar emocionados por lo que significa este triunfo para los niños que asisten a los diferentes centros comunitarios de la zona.
«Le da a los niños con los que trabajamos un ejemplo a seguir que les inspire a superarse,» dijo Jazmín Jones, del Centro de Arte y Cultura Afroamericana. «No puedo esperar a ver a mis alumnos y compartir esta emoción con ellos».
«Creo que va a generar más atención especialmente para los programas para que los jóvenes aprendan cómo expresar sus pensamientos y su energía a través del arte en lugar de emplearla en cosas negativas», afirmó.
Fuente: Miamidiario.com